17 DAYS OF SPIRITUAL WISDOM

Karma y Reencarnación

Karma

sembrando semillas de KarmaKarma es la gran Ley de Dios; de hecho, es parte de Dios Mismo. Es por medio de esta Ley y a través del tiempo y la experiencia, que los diferentes aspectos del Absoluto regresan a su Fuente. El Señor Buddha describió el karma como, “acción y reacción son opuestos e iguales.” El Maestro Jesús enseñó la misma ley con diferentes palabras: “Lo que siembras, cosecharás.” En otras palabras: recibirás lo que das. El que difunde egoísmo y negatividad los recibirá de regreso, hasta que llegue el momento en que aprenda a cambiar su comportamiento. El que difunde amor y energías de sanación recibirá de regreso estas energías.

El efecto de esta Ley, la cual aplica a cada aspecto de la Creación, es el de enseñarle a uno a regresarse a Dios. Es según palabras del Dr. King, “presión hacia la conformidad.” Mucho se ha escrito sobre este tema a lo largo de los siglos. Los seres más evolucionados estudian esta omnipresente Ley y la aplican en todas sus acciones. Es fundamental para muchas de las avanzadas misiones mundiales que se realizan por La Sociedad Aetherius para la humanidad. En este punto extraordinario en nuestra historia, las presiones del Karma en la Tierra están alcanzando un nivel sin precedentes debido a la presión Kármica de la Madre Tierra para evolucionar, para usar las energías que le fueron transmitidas en 1964. Sin embargo, una gran parte de la humanidad aún no está preparada para esta elevada vibración. Los Maestros están haciendo todo lo que pueden para acelerar el viaje de la humanidad a través del Karma. También es nuestro deber cumplir con nuestra parte.

Reencarnación

La reencarnación es el mecanismo por el cual una cierta consciencia puede aprender y evolucionar usando diferentes cuerpos a lo largo de un periodo de tiempo prolongado. El viaje de retorno al Absoluto tomará billones y billones de años. Solo dominar las lecciones disponibles en un cuerpo terrestre puede tomar miles de años y en el caso de la humanidad, millones de años. Sin embargo, el cuerpo humano actual no puede durar por lo general más de 100 años. La reencarnación es una manera de continuar las lecciones de uno por medio de varias formas humanas, hasta que las lecciones disponibles en la Tierra hayan sido dominadas.

No hay que tomar por sentado el papel que tiene un planeta en nuestras vidas. En este punto de nuestra evolución necesitamos un planeta en donde vivir y que nos protege de las severidades del espacio, un planeta en donde reencarnar, material con lo cual crear para nosotros un cuerpo para experimentar la vida. La Madre Tierra nos ha proporcionado tal refugio durante millones de años.